La vida, desde mi punto de vista, rara vez resulta en lo que uno espera. De jóvenes se proyectan futuros grandiosos incluso aquellos sueños hippies, considerados realistas, resultan ser excesos de la estupidez é inocencia de la mente joven.
A medida el tiempo pasa, los cambios que uno sufre no son lo suficientemente fuertes como para sacarlo de la lógica del pasado, es decir, sacarlo de lo que siempre ha sido y de la razón por la que ha soñado tanto con un futuro grandioso.
Sin embargo, los sueños continúan pero la confianza en alcanzarlos disminuye así como disminuye el tiempo para lograrlo y sobre todo aprovecharlos.
La rutina, y sus desplaceres nunca son tan evidentes como el día domingo al anochecer. Cuando se inicia nuevamente la inevitable rutina, esa rutina de la que se quiere escapar.
Cuando se profundiza aun mas en el tema el cerebro rápidamente nos lleva consuelo a la conciencia con argumentos como, todos al rededor en esas casas vecinas, en esas casas por donde pasas cada día también están por comenzar nuevamente esa penosa rutina.
Es en este momento en que haciendo una abstracción extrema la mente parece llevarnos a un vuelo sobre la ciudad, alejándose cada vez mas de la tierra y llegando a observar nuestro hogar como parte de una masa de luces, un hogar mas en medio de figura luminosa sin forma.
Y es cuando nos damos cuenta que estamos atrapados al igual que otros en un mar de rutinas, de sueños sin cumplir, de alegrías forzadas.
Para el lunes, solo hay preocupaciones, tareas sin cumplir, tareas pendientes, un salario ya endeudado, los mismos temores y alegrías, un día mas de vejez y una obligación a ser feliz en un mundo que apenas permite serlo.
Leía un pequeño párrafo que dice: «¿Que es la felicidad?, aquello que los otros tienen»; esto me parece modela muy bien la mente Humana del «Homo Rutinimun», es decir, del Humano de las ciudades, del humano de corbata y desodorante.
Aquel Humano que se pregunta si sus compañeros de la infancia son ahora tan felices como esas fotografías de Facebook los hacen parecer, y se pregunta a si mismo que le falto a él para lograrlo.
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