Friedrich Nietzsche escribió en su libro Zaratustra algo así: «es mejor ser engañado que vivir temiendo ser engañado», me resulto toda una revelación, sin duda, vivir creyendo que se está siendo engañado por otra persona es una situación en extremo displacentera, principalmente por que es constante, en cambio el engaño solo afecta en el momento en que se hace evidente.
El temor a ser engañados ó manipulados es fuerte, afecta el directamente el ego y hace parecer a la realidad un lugar no comprensible, lo que crea una sensación que podría compararse a la que causaría la ceguera, en la medida que se está mutilado en un sentido de gran importancia, un sentido que permite ver el camino menos peligroso.
Significa además que existen personas considerablemente superiores a Uno y por tanto el destino será ser esclavo, sin mayor remedio.
Sin embargo, la sensación de ser engañado, al ser un instinto es difícil de eliminar. Es un instinto en la medida que no nace del raciocinio sino del temor.
Este temor de ser engañados, utilizados y/o manipulados detiene el poder confiar plenamente en la gente, confiar en las personas es esencial para la correcta convivencia, para la motivación, es importante para lograr sentir la fuerza de realizar un trabajo que beneficio a otros.
¿Qué hacer entonces cuando se pierde la confianza?